Santiago Morilla. Madeja. 2009
Los monstruos delicados nacieron en el imaginario humano. En origen presentaban una explicación a aquello que era inexplicable científicamente (mitología). Más tarde fueron construyéndose paralelos al camino de la religión. El monstruo era la manifestación de que el poder de la divinidad podía llegar a fabricar cualquier ser ni tan siquiera imaginable para los limitados conceptos humanos (Edad Media). Todavía un poco más tarde, la monstruosidad va asociada al camino de la moral. La presencia de lo monstruoso servía para moralizar al ser humano sobre cuál era el camino correcto en la conducta.
Cuando estudiamos la historia de la monstruosidad, nos encontramos con la pregunta "¿cómo son los monstruos contemporáneos?".
En esta época líquida, orgánica, fragmentada, en constante cambio (Zygmunt Baumann), la presencia de lo monstruoso brota con una gran intensidad. El cambio es parte negativa en la aporía Eternidad/Temporalidad relatada por I. Kant. Seguimos imaginando la eternidad cuando nuestra condición es perecedera. Los monstruos contemporáneos son así, líquidos, orgánicos, fragmentados, en constante cambio, como los que hace trepar Santiago Morilla en los muros. Desde la fachada de la antigua Maison de la Lanterne Rouge, aquel conocido prostíbulo madrileño, las mitologías líquidas van gritando su estar.
Posted by: Nieves Soriano
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The "Delicate Monsters" were born in the human imagination. In the beginning, they were an explanation to what could not be scientifically proven (Mythology). Later they changed with religion. The monster was the sign of God's power as he could give birth to beings that humans would have never imaginated (Middle Ages). A little bit after, monstruosity walks along with moral. The Monster's existence served to show the better way of acting.
When we study the History of Monstruosity we ask ourselves the same question: "How are the current monsters?"
In these liquid, organic, fragmented and changing age (Zygmunt Baumann) monsters come out strengthly. Changement is the negative part of the Inmanuel Kant's paradox "Eternity/Temporality". We continue to imagine Eternity when our human conditions has a deadline. Present Monsters are like that: liquid, organic, fragmented, as those that Santiago Morilla makes climb up walls. From the facade of the old Maison de la Lanterne Rouge, a Brothel in Madrid, liquid mythologies shout out their existence.
Posted by: Nieves Soriano
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